Pantalla 1
Oremos juntos antes de comenzar esta serie de estudios:
Señor,
Al disponernos a abrir la Biblia, tal vez no estamos convencidos de Tu existencia. Pero estamos aquí para que Te reveles a nosotros.
Humildemente Te pedimos que nos muestres las razones por las que debemos creer en Tí. En el nombre de Jesús oramos.
Amén.
Pantalla 2
Juan 1:18
A Dios nadie le ha visto jamás.
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El incrédulo, seguro de poseer un argumento indiscutible, dice: «¿Dios? Nunca nadie le ha visto...»
Como puede notar, el apostol Juan está de acuerdo. Sin embargo, no niega la existencia de Dios.
¿Nos atreveríamos a negar la existencia de la electricidad bajo el pretexto de que no la podemos ver? Claro que no, ya que podemos ver su poder. De igual manera, existen razones «poderosas» para creer en Dios.
Pantalla 3
Éxodo 33:20
Dijo [Dios] más: «No podrás ver Mi rostro, porque ningún hombre Me verá y quedará vivo.»
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Primeramente, debemos comprender por qué no podemos ver a Dios.
La humanidad, en su estado caído no podría soportar ver la santidad de Dios.
No podemos tan siquiera mirar directamente al sol, ¡cuánto menos al Creador del sol!
Pantalla 4
Génesis 1:1
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
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La Biblia no pretende probar la existencia de Dios. Simplemente declara desde el primer versículo que Dios es, porque Él tiene que ser.
Pantalla 5
Romanos 1:19,20
Porque lo que de Dios se conoce es evidente entre ellos [los hombres], pues Dios hizo que fuese evidente.
Porque lo invisible de Él Su eterno poder y deidad se deja ver desde la creación del mundo, siendo entendido en las cosas creadas; de modo que no tienen excusa.
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No dejamos de maravillarnos de los prodigios y complexidad de la Creación.
En las lecciones que estudiaremos próximamente, veremos que es imposible que algunas cosas sean sin que exista un Ser inteligente y superior.
Pantalla 6
Isaías 46:9,10
Acordaos de las cosas del pasado que son desde la antigüedad, porque Yo soy Dios, y no hay otro. Yo soy Dios, y no hay nadie semejante a Mí.
Yo anuncio lo porvenir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no ha sido hecho.
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Al continuar con las lecciones, tendremos también la oportunidad de estudiar las maravillosas profecías bíblicas.
Aquello que Dios predijo a través de los profetas, todo se ha cumplido siglos más tarde, con exactitud. Juntos descubriremos que no existe la «casualidad» cuando las cosas son tan exactas.
Pantalla 7
Daniel 2:28
Pero hay un Dios en los cielos, quien revela los misterios.
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Espere hasta que estudiemos a cerca de lo que Dios le reveló al profeta Daniel sobre acontecimientos futuros, y entoncés comprenderá por qué el profeta habló así.
¡Lecciones fascinantes le esperan!
Pantalla 8
Salmo 10:4
El impío, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no está Dios en ninguno de sus pensamientos.
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Salmo 14:1
Dijo el necio en su corazón: «No hay Dios.»
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Hoy en día, negar la existencia de Dios es considerado como símbolo de una mente culta.
Pero en vista de las evidencias de una ser inteligente y superior, la Biblia sólo puede calificar el ateismo como algo sin sentido.
Sí. Verdaderamente, Dios existe.
Pantalla 9
Juan 20:29
¡Bienaventurados los que no ven y creen!
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Dios promete bendiciones a los que creen en El sin haberlo visto.
Y una promesa maravillosa es hecha al que cree en Dios.
Pantalla 10
Jeremías 29:13,14
«Me buscaréis y Me hallaréis, porque Me buscaréis con todo vuestro corazón. Me dejaré hallar de vosotros», dice Jehovah.
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¡Qué promesa nos hace Dios! Si tan sólo Le damos la oportunidad, El se revelará a nosotros y en nuestras vidas, y seremos transformados por Su presencia dentro de nosotros.
¿Qué podemos perder? ¡Nada! Al contrario, podemos ganar todo.
Pantalla 11
Hechos 17:27
Para que busquen a Dios, si de alguna manera, aun a tientas, palpasen y Le hallasen. Aunque, a la verdad, Él no está lejos de ninguno de nosotros.
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La existencia de Dios no necesita ser probada, sino que podemos sentirla dentro de nosotros mismos. Cuando hemos tenido un encuentro personal con Dios, aunque sea solamente una vez en nuestras vidas, no podemos nunca más negar que El es real.
Y precisamente la meta de estas lecciones es buscar al Señor.
Pantalla 12
Hebreos 11:6
Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que es galardonador de los que Le buscan.
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Podemos entender mejor por qué nuestra primera lección se centra en la existencia de Dios: es necesario, por lo menos, creer en Su existencia antes de continuar con los estudios; ya que de otra forma no tendrían sentido.
Pantalla 13
Santiago 2:19
Tú crees que Dios es uno. Bien haces.
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El filósofo Kant declaró en cierta ocasión: «No hay prueba de que Dios no existe.»
Así que, lo mínimo que pedimos de un ateo es que suponga que Dios existe.
Oramos para que estas lecciones transformen esta suposición en una realidad firme.
Pantalla 14
Oremos juntos antes de concluir esta primera lección:
Padre nuestro,
Te agradecemos por la promesa de que dejarás que todo aquel que Te busque de todo corazón, Te encontrará.
Como los discípulos le pidieron en cierta ocasión a Jesús, también Te pedimos hoy: «Auméntanos la fe.» (Lucas 17:5).
Como el padre del muchacho poseido por un demonio, también Te decimos: «¡Creo! ¡Ayuda mi incredulidad!» (Marcos 9:24).
En el Nombre de Cristo Jesús oramos.
Amén.
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