Pantalla 1
«Todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dará.» (Juan 16:23)
Padre nuestro,
Es un privilegio pedir Tu ayuda durante el estudio de Tu Palabra.
Abre nuestros ojos, Señor, para que podamos ver y comprender el papel que el Espíritu Santo juega en la salvación de cada uno de nosotros.
Oramos en el nombre de Jesús.
Amén.
Pantalla 2
Juan 14:16-18
[Dijo Jesús:]
«Y Yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Este es el Espíritu de verdad. (...) Permanece con vosotros y está en vosotros.
No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros.»
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Antes de ascender al Cielo, Jesús prometió a los discípulos que regresaría.
También les prometió a la misma vez que les enviaría un Consolador.
Este Consolador es el Espíritu Santo.
Ahora, ¿quién es el Espíritu Santo, cómo Se recibe, que puede hacer El por nosotros? La Biblia contestará todas nuestras interrogantes.
Pantalla 3
Juan 10:30
[Dijo Jesús:]
«Yo y el Padre una cosa somos.»
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Primeramente, la Biblia nos dice que Dios es sólo UNO, manifestado en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Por lo tanto, Dios se comunica con nosotros a través de tres niveles, que son:
- El Padre, en la creación, que es Dios POR nosotros.
- El Hijo, en la redención, que es Dios CON nosotros.
- El Espíritu Santo, en la santificación, que es Dios EN nosotros.
Pantalla 4
Mateo 28:19
[Dijo Jesús:]
«Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.»
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2 Corintios 13:14
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.
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La Biblia sugiere que existe una Trinidad; esto es, un Dios revelado en tres personas:
- el Padre;
- el Hijo;
- el Espíritu Santo.
Pantalla 5
Lucas 1:35
Respondió el ángel y le dijo [a María]:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con Su sombra.»
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Este versículo, y algunos otros, han sido interpretados por algunos teólogos como demostración de que el Espíritu Santo es más que nada, una fuerza, un poder que emana de Dios.
Sin embargo, todos esos versículos pueden ser también interpretados desde un punto de vista diferente: el Espíritu Santo es una persona.
Los siguientes versículos demuestran que el Espíritu Santo tiene personalidad, porque tiene inteligencia, emociones y voluntad.
Pantalla 6
El Espíritu Santo es una persona. Primeramente, veamos Su inteligencia:
El escudriña:
«Porque el Espíritu todo lo escudriña.» (1 Corintios 2:10)
El escucha:
«[El Espíritu] hablará todo lo que oiga.» (Juan 16:13)
El habla:
«El Espíritu de vuestro Padre que hablará en vosotros (...).» (Mateo 10:20)
«El Espíritu Santo dijo: “Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.”» (Hechos 13:2)
El enseña:
«El Espíritu Santo os enseñará.» (Lucas 12:12)
El testifica:
«El Espíritu de verdad (...) dará testimonio de Mí.» (Juan 15:26)
El predice:
«[El Espíritu] os hará saber las cosas que han de venir.» (Juan 16:13)
Pantalla 7
Ahora, analicemos las emociones del Espíritu Santo:
El ama:
«(...) por el amor del Espíritu.» (Romanos 15:30)
El consuela:
«Iba edificándose y vivía en el temor del Señor, y con el consuelo del Espíritu Santo [la iglesia] se multiplicaba.» (Hechos 9:31)
«Pero el Consolador, el Espíritu Santo (...).» (Juan 14:26)
El ayuda:
«El Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades.» (Romanos 8:26)
El intercede:
«[El Espíritu] intercede por los santos.» (Romanos 8:27)
Nos invita a arrepentirnos y salvarnos:
«El Espíritu y la esposa dicen: “¡Ven!” (...) El que tiene sed, venga. El que quiere, tome del agua de vida gratuitamente.» (Apocalípsis 22:17)
Pantalla 8
Finalmente, analicemos la voluntad del Espíritu Santo:
El tiene voluntad propia:
«Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como Él designa.» (1 Corintios 12:11)
El dirige:
«Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.» (Romanos 8:14)
El impide:
«Les fue prohibido por el Espíritu Santo (...).» (Hechos 16:6)
«Procuraban entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.» (Hechos 16:7)
El atestigua:
«También el Espíritu Santo nos da testimonio (...).» (Hebreos 10:15)
El convence:
«[El Espíritu Santo] convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.» (Juan 16:8)
Pantalla 9
El Espíritu Santo es una persona. Veamos cómo es posible:
Resistirlo:
«Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo.» (Hechos 7:51)
Mentirle:
«¿Por qué llenó Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo?» (Hechos 5:3)
Tentarlo:
«¿Por qué os pusisteis de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor?» (Hechos 5:9)
Entristecerlo:
«No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios.» (Efesios 4:30)
Insultarlo:
«¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el (...) que ha ultrajado al Espíritu de gracia?» (Hebreos 10:29)
Blasfemado:
«Pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo (...).» (Mateo 12:32)
«Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo (...).» (Marcos 3:29)
Pantalla 10
Génesis 1:2
Y la tierra estaba sin orden y vacía.
Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios Se movía sobre la faz de las aguas.
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Éxodo 31:1-4
Jehovah habló a Moisés diciendo:
«Mira, Yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá.
Y lo he llenado del Espíritu de Dios, con sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano, para hacer diseños artísticos.»
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El Antiguo Testamento nos habla a cerca del Espíritu Santo.
Desde el primer capítulo de la Biblia, lo vemos trabajando en la creación del mundo.
El también capacita a los seres humanos para que cumplan el trabajo mandado por Dios.
Pantalla 11
2 Pedro 1:21
Porque jamás fue traída la profecía por voluntad humana; al contrario, los hombres hablaron de parte de Dios siendo inspirados por el Espíritu Santo.
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La inspiración divina de la Palabra de Dios procede del Espíritu Santo.
Pantalla 12
Mateo 3:16
Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre Él.
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Antes de comenzar Su ministerio terrenal, Jesús fue lleno del Espíritu Santo.
Pantalla 13
Juan 14:16,17
[Dijo Jesús:]
«Y Yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Este es el Espíritu de verdad.»
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Hechos 1:5
[Dijo Jesús:]
«Vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días.»
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Antes de partir, Jesús recordó a Sus discípulos la promesa de que pronto recibirían el Espíritu Santo.
Como Jesús les había instruido, los discípulos se congregaron en el aposento alto «perseveraban unánimes en oración» (Hechos 1:14).
Pantalla 14
Hechos 2:2-4
Y de repente vino un estruendo del cielo, como si soplara un viento violento, y llenó toda la casa donde estaban sentados.
Entonces aparecieron, repartidas entre ellos, lenguas como de fuego, y se asentaron sobre cada uno de ellos.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en distintas lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen.
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Llenos del Espíritu Santo, los discípulos comenzaron a compartir las Buenas Nuevas de salvación con un poder nunca visto antes.
Pantalla 15
Juan 16:8
Cuando [el Consolador] venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
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Ahora, estudiemos el papel que desempeña el Espíritu Santo en nuestra conversión.
Primeramente, el Espíritu nos habla individualmente, de formas diferentes, para hacernos comprender nuestra condición pecadora, sin esperanza, y nuestra necesidad de un Salvador.
Pantalla 16
1 Corintios 12:3
Tampoco nadie puede decir: «Jesús es el Señor,» sino por el Espíritu Santo.
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Cuando no endurecemos nuestro corazón a la influencia del Espíritu Santo, El nos lleva a reconocer que Jesucristo es el único que puede salvarnos.
Pantalla 17
Juan 3:5
Respondió Jesús:
«De cierto, de cierto te digo que a menos que uno nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.»
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Tito 3:5
Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según Su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo.
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El Espíritu Santo nos conduce al arrepentimiento, y de allí, a la experiencia del nuevo nacimiento, tal como vimos en nuestras lecciones anteriores.
Pantalla 18
Hechos 2:38
Pedro les dijo:
«Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.»
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El Espíritu Santo nos acompaña y guia en el desarrollo de nuestra vida espiritual.
Pantalla 19
Juan 16:13
[El Espíritu de verdad] os guiará a toda la verdad.
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Juan 14:26
El Espíritu Santo (...) os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que Yo os he dicho.
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Isaías 30:21
Entonces tus oídos oirán a tus espaldas estas palabras:
«¡Este es el camino; andad por él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda!»
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Para la persona que se arrepiente, el Espíritu Santo es una guia preciosa.
Pantalla 20
1 Corintios 6:11
Pero ya habéis sido lavados, pero ya sois santificados, pero ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
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2 Tesalonicenses 2:13
(...) Dios os haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu y fe en la verdad.
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El Espíritu Santo no solo participa en el proceso de nuestra justificación, sino también en el de nuestra santificación (la lección «Una Vida Transformada» explica el significado de estas dos palabras.)
Pantalla 21
1 Samuel 10:6
Entonces el Espíritu de Jehovah descenderá sobre ti con poder, (...) y serás cambiado en otro hombre.
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Juan 14:17
El Espíritu de verdad (...) permanece con vosotros y está en vosotros.
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Gálatas 2:20
Y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí.
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El nuevo nacimiento sólo ocurre a través del poder del Espíritu Santo.
Obrando en nosotros, El nos transforma de día en día a la imagén de Cristo.
Pantalla 22
Gálatas 5:16,17
Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de la carne.
Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que no hagáis lo que quisierais.
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Gálatas 5:25
Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu.
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El pecador tiene una tendencia natural a oponerse a la voluntad de Dios.
Sólo el Espíritu Santo puede capacitarnos para obedecer a Dios.
Pantalla 23
Gálatas 5:19-23
Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: fornicación, impureza, desenfreno, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos, envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes a éstas, de las cuales os advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.
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¡Qué transformación la que el Espíritu puede realizar en un corazón arrepentido!
Pantalla 24
Mateo 12:32
[Dijo Jesús:]
«A cualquiera que hable contra el Espíritu Santo no le será perdonado, ni en este mundo, ni en el venidero.»
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Puesto que esta lección trata sobre el tema del Espíritu Santo, tomemos un momento para definir lo que significa el pecado contra el Espíritu Santo.
De acuerdo a la Biblia, es el pecado imperdonable.
¿Qué es el pecado imperdonable?
Pantalla 25
Proverbios 28:13
El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará misericordia.
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1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, [Dios] es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
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Hemos visto que el Espíritu Santo habla al corazón de cada persona, haciéndole comprender su condición pecaminosa.
Todo aquel que responde favorablemente a este llamado, es conducido al arrepentimiento.
Pantalla 26
2 Tesalonicenses 2:10
(...) entre los que perecen, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
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Hebreos 2:3
¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?
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Desafortunadamente, muchos rechazarán la invitación del Espíritu Santo, y endurecerán sus corazones, no aceptando la salvación. Ya que Dios siempre respeta nuestra libertad de elección, no hay otro camino para salvar a aquel que rechaza esta salvación.
Esta actitud de rechazo constante es el pecado contra el Espíritu Santo.
Pantalla 27
Hebreos 3:7,8,13
Por eso, como dice el Espíritu Santo:
«Si oís hoy Su voz, no endurezcáis vuestros corazones,» (...) para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
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Un pecador que incesantemente rehusa escuchar el llamado del Espíritu Santo, termina endureciendo su corazón.
Dios no tiene otra forma de llevarlo a arrepentirse, pedir el perdón de sus pecados y aceptar a Jesús como su Salvador personal.
Tal persona, entonces, comete el pecado contra el Espíritu Santo, imperdonable ya que implica el rechazo del perdón de Dios.
Pantalla 28
Romanos 8:9
Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.
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Efesios 5:18
Más bien, sed llenos del Espíritu.
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Dios ardientemente desea que seamos llenos del Espíritu Santo.
¿Qué debemos hacer para recibir el Espíritu Santo?
Pantalla 29
Lucas 11:13
[Dijo Jesús:]
«Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenos regalos a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que Le pidan?»
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Si sinceramente deseamos que el Espíritu Santo entre en nuestro corazón y nos transforme, y si estamos dispuestos a que El obre en nosotros, la promesa es cierta: Dios nos llenará con Su Santo Espíritu.
Pantalla 30
Juan 14:15,16
[Dijo Jesús:]
«Si Me amáis, guardaréis Mis mandamientos.
Y Yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.»
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Hechos 5:32
Nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que Le obedecen.
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Si estamos dispuestos a obedecer la voluntad de Dios tal como nos la revela cada día más, entoncés nos llenará de Su Espíritu más y más.
Pantalla 31
Juan 7:38,39
[Dijo Jesús:] «El que cree en Mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior.»
Esto dijo acerca del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en Él.
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Mateo 3:11
[Jesús] os bautizará en el Espíritu Santo y fuego.
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No endurezcamos nuestro corazón al incesante llamado del Espíritu Santo, sino invitémosle a estar en nosotros, para que pueda implantar la vida de Jesús en cada uno de nosotros, y transformarnos a Su imagén día trás día.
Pantalla 32
Pidámosle a Dios que cumpla Su promesa:
Poderoso Señor,
Te agradecemos por habernos mostrado el papel tan importante que desempeña el Espíritu Santo en nuestra conversión.
Humildemente Te pedimos que nos llenes individualmente con Tu Santo Espíritu, y que podamos poner en práctica lo revelado en Tu Palabra.
Oramos en el nombre de Jesús.
Amén.
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