Pantalla 1
Una vez más, bienvenido al estudio de la Palabra de Dios. Oremos:
Padre nuestro,
Te agradecemos por todas Tus bondades para con nosotros.
Hoy, volvemos a Tí, pidiéndote que nos ilumines al estudiar otro tema que ha causado frecuente polémica: el infierno. Sabemos que Tu Palabra puede darnos respuestas claras al respecto.
Es por ello que pedimos Tu dirección y la ayuda de Tu Santo Espíritu para descubrir la verdad. Oramos en el nombre de Jesús.
Amén.
Pantalla 2
Salmo 73:12,16,17
He aquí, estos impíos siempre están tranquilos, y aumentan sus riquezas. (...)
Pensé para entender esto; ha sido duro trabajo ante mis ojos, hasta que, venido al santuario de Dios, comprendí el destino final de ellos.
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El destino final de los impíos...
¿Es quemarse para siempre en las llamas del infierno, o ser completamente destruido?
Permitiremos que la Biblia responda estas preguntas.
(Ciertamente le recomendamos estudiar las dos lecciones previas «Cuerpo, Alma y Espíritu» y «Después de la Muerte...» antes de proseguir con ésta.)
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Ezequiel 18:32
«Ciertamente, Yo no quiero la muerte del que muere,» dice el Señor Jehovah.
«¡Arrepentíos y vivid!»
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1 Timoteo 2:3,4
Esto es bueno y aceptable delante de Dios nuestro Salvador, quien quiere que todos los hombres sean salvos y que lleguen al conocimiento de la verdad.
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Primer punto a dejar en claro: Dios es amor.
No se complace en ver cuántos eligen rechazar el plan de salvación, y de esa forma, recibir el castigo final.
Por el contrario, nos invita a aceptar a Jesús como nuestro Salvador.
Pantalla 4
Romanos 2:4-6
¿O menosprecias las riquezas de Su bondad, paciencia y magnanimidad, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?
Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, acumulas sobre ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios. El recompensará a cada uno conforme a sus obras.
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Dios es Amor, pero también es Justicia.
Si rechazamos el plan de salvación trazado por El mismo, en Jesucristo, no tendrá otra alternativa que dejarnos sufrir las consecuencias de nuestas decisiones, y morir en nuestros pecados.
Pantalla 5
Mateo 13:40-42
[Jesús dijo:]
«Así será el fin del mundo.
El Hijo del Hombre enviará a Sus ángeles, y recogerán de Su reino a todos los que causan tropiezos y a los que hacen maldad, y los echarán en el horno de fuego. Allí habrá llanto y crujir de dientes.»
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En la lección previa sobre la muerte, aprendido que nadie va al cielo ni al infierno inmediatamente después de la muerte.
Los muertos están dormidos a un estado de completa inconciencia, esperando el día de su resurrección.
Así que el castigo de los malvados se llevará a cabo al fin del tiempo.
Pantalla 6
Mateo 13:49,50
Así será el fin del mundo:
Saldrán los ángeles y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego. Allí habrá llanto y crujir de dientes.
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2 Pedro 2:9
Entonces el Señor sabe rescatar de la prueba a los piadosos y guardar a los injustos para ser castigados en el día del juicio.
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¿Cuándo se llevará a cabo el castigo de los impíos?
La respuesta que da la Palabra de Dios es directa: al fin del mundo, en el día del juicio.
Pantalla 7
Apocalípsis 20:9; 21:1
[Las naciones] subieron sobre lo ancho de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, y descendió fuego del cielo y los devoró. (...)
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe más.
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La Biblia dice que los malvados serán castigados en esta tierra, cuya corteza será destruida por fuego que caerá del cielo.
Después de ello, una tierra nueva será la morada del pueblo de Dios.
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2 Pedro 3:7
Los cielos y la tierra que ahora existen están reservados para el fuego, guardados hasta el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos.
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Por lo tanto, los malvados recibirán su castigo en la tierra, al fin del mundo.
Habiendo dicho lo anterior, entonces, ¿cuál será la suerte de los impíos? Por largo tiempo, se ha enseñado que los malos sufrirían por la eternidad en las llamas del infierno.
¿Está la Palabra de Dios en acuerdo con esta creencia?
Pantalla 9
Romanos 8:11
El que resucitó a Cristo de entre los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales mediante Su Espíritu que mora en vosotros.
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Primero, notemos este punto esencial: el hombre es un ser mortal (por favor, revise la lección titulada «Cuerpo, Alma y Espíritu» para obtener más información).
Ningun hombre es inmortal por naturaleza.
Vemos ya, por lo tanto, una anomalía en la enseñanza de los sufrimientos eternos. De hecho, para sufrir eternamente, el hombre tendría que ser inmortal, y ese no es el caso.
Pantalla 10
1 Corintios 15:53
Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad.
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1 Timoteo 6:15,16
(...) el Rey de reyes y Señor de señores; el único que tiene inmortalidad.
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Por lo tanto, para poder vivir eternamente, el hombre debe recibir la inmortalidad, la cual sólo Dios puede otorgar.
Ahora, la pregunta que debemos hacernos es: ¿Dará Dios también la vida eterna a los impíos, para que también sufran eternamente en las llamas del infierno?
Pantalla 11
Romanos 2:6,7
[Dios] recompensará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que por su perseverancia en las buenas obras buscan gloria, honra e incorrupción.
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La respuesta bíblica es muy clara: la vida eterna está reservada para los justos.
Sólo el pueblo de Dios recibirá inmortalidad cuando Jesucristo regrese por segunda vez.
En cuanto a los malvados, retendrán su naturaleza mortal: no vivirán para siempre.
Muchos otros versículos bíblicos confirman este hecho, como veremos a continuación...
Pantalla 12
La inmortalidad será dada solamente a aquellos que serán salvos:
«Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.» (Romanos 6:23)
«Nuestro Salvador Cristo Jesús (...) anuló la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio.» (2 Timoteo 1:10)
«Ningún homicida tiene vida eterna permaneciendo en él.» (1 Juan 3:15)
«El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.» (1 Juan 2:17)
«El que venza, jamás recibirá daño de la muerte segunda.» (Apocalípsis 2:11)
«Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.» (1 Juan 5:11,12)
Pantalla 13
Malaquías 4:1,3
«Porque he aquí viene el día ardiente como un horno, y todos los arrogantes y todos los que hacen maldad serán como paja.
Aquel día que vendrá los quemará y no les dejará ni raíz ni rama,» ha dicho Jehovah de los Ejércitos. (...)
«Pisotearéis a los impíos, los cuales, en el día que Yo preparo, serán como ceniza bajo las plantas de vuestros pies,» ha dicho Jehovah de los Ejércitos.
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Puesto que los impíos no heredarán la vida eterna, no se quemarán para siempre.
Esta conclusión es confirmada por lo que nos enseña la Biblia de que la suerte final de los impíos será la destrucción total.
Pantalla 14
Abdías versículo 16
Todas las naciones (...) quedarán como si nunca hubiesen existido.
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Salmo 92:7 (RV 1960)
Cuando brotan los impíos como la hierba, y florecen todos los que hacen iniquidad, es para ser destruidos eternamente.
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La Biblia enseña que los impíos serán «destruidos», «consumidos», «devorados», «como si nunca hubiesen existido», «como ceniza bajo las plantas de vuestros pies» y otros términos que se utilizan para describir su destrucción final al fin del tiempo.
El pago del pecado es muerte, no una eterna tortura en el infierno.
Pantalla 15
La Biblia enseña que los impíos serán destruidos al fin del mundo:
«Reprendiste a las naciones; destruiste a los impíos; el nombre de ellos has borrado para siempre. El enemigo ha sucumbido para siempre; sus ciudades has destruido; con ellas pereció su recuerdo.» (Salmo 9:5,6)
«[Dios] hará volver sobre ellos su iniquidad, y los destruirá a causa de su maldad.» (Salmo 94:23)
«Porque no habrá un buen porvenir para el malo, y la lámpara de los impíos será apagada.» (Proverbio 24:20)
«Buscarás a los que contienden contigo, pero no los hallarás más. Aquellos que te hacen la guerra serán como nada, y como algo que no existe.» (Isaías 41:12)
«He aquí que viene el día de Jehovah, implacable, lleno de indignación y de ardiente ira, para convertir la tierra en desolación y para destruir en ella a sus pecadores.» (Isaías 13:9)
«[Ellos] serán consumidos como paja seca.» (Nahúm 1:10)
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Mateo 25:46 (RV 1960)
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
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Ahora, veamos algunos de los versículos usados por aquellos que enseñan que los impíos serán atormentados por la eternidad en las llamas del infierno.
Primeramente dicen que la expresión «castigo eterno» significa «tormento eterno».
Sin embargo, etimológicamente, «castigo» significa «cortado», «excluido». Los pecadores definitivamente perderán sus vidas, serán cortados de la vida.
Los resultados del castigo serán eternos, puesto que el pecador no volverá a vivir jamás.
Pantalla 18
Isaías 11:4
Juzgará con justicia a los pobres, y con equidad arbitrará a favor de los afligidos de la tierra.
Golpeará la tierra con la vara de Su boca, y con el aliento de Sus labios dará muerte al impío.
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El «castigo eterno» es por consiguiente la muerte eterna de los impíos, a quién Dios «dará muerte», sin cualquier regreso posible para la vida.
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Hebreos 6:1,2
Sigamos adelante hasta la madurez, sin poner de nuevo el fundamento (...) de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
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Salmo 30:5
Porque Su ira dura sólo un momento, pero Su favor dura toda la vida.
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De la misma manera, el «juicio eterno» no puede ser interpretado como un tormento eterno.
La Biblia es clara: la ira de Dios dura «sólo un momento».
Pensémoslo bien: ¿cómo podría un Dios de amor y justicia infligir sufrimientos eternos en alguien cuya rebeldía ha durado sólo una vida? La Biblia claramente rechaza esta herejía.
Pantalla 20
Lucas 12:47,48
Porque aquel siervo que entendió la voluntad de su Señor y no se preparó ni hizo conforme a Su voluntad, recibirá muchos azotes.
Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes.
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La palabra de Dios no dice por cuánto tiempo durará el castigo de los impíos antes de que finalmente sean destruidos.
Deja en claro, sin embargo, que serán castigados de acuerdo a sus actos; los pecadores empedernidos recibirán un castigo más severo que los otros.
Pantalla 21
Mateo 25:41
Entonces [el Rey] dirá también a los de Su izquierda:
«Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.»
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Otra expresión que ha sido interpretada incorrectamente: el «fuego eterno».
La Palabra de Dios claramente explica el verdadero significado de esta expresión.
Veamos los siguientes versículos...
Pantalla 22
Génesis 19:24,25
Entonces Jehovah hizo llover desde los cielos azufre y fuego de parte de Jehovah sobre Sodoma y Gomorra.
Y trastornó aquellas ciudades, toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades y las plantas de la tierra.
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Judas versículo 7
Asimismo, Sodoma [y] Gomorra (...) son puestas por ejemplo, sufriendo la pena del fuego eterno.
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El «fuego eterno» destruyó a Sodoma y Gomorra. Sin embargo, el fuego se extinguió hace mucho.
Estos «son puestas por ejemplo», pero ¿para quién?
Pantalla 23
2 Pedro 2:6
Y si [Dios] condenó a destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas y poniéndolas como ejemplo para los que habían de vivir impíamente.
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Proverbio 26:20
Sin leña se apaga el fuego.
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El castigo de Sodoma y Gomorra nos demuestra el castigo que recibirán los impíos al fin del tiempo: la destrucción total.
Los impíos perecerán en un fuego que se extinguirá solamente después de haberlos destruido por completo.
Pantalla 24
Lucas 16:19-24
Cierto hombre era rico, se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Y cierto pobre, llamado Lázaro, estaba echado a su puerta, lleno de llagas. (...)
Aconteció que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico, y fue sepultado.
Y en el Hades, estando en tormentos, alzó sus ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo:
«Padre Abraham, ten misericordia de mí. (...) Porque estoy atormentado en esta llama.»
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La parábola de Lázaro y el hombre rico perverso es también usada para comprobar que los impíos van al infierno inmediatamente después de su muerte.
Sin embargo, hemos estudiado ya que una parábola no puede ser interpretada siempre literalmente. De lo contrario, tendríamos que creer que los árboles hablan, de acuerdo a la parábola registrada en Jueces 9:8-15.
Por favor, repase la lección «Después de la Muerte...» para obtener más información al respecto.
Pantalla 25
Apocalípsis 20:10
Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
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Las palabras griegas «eis aionas aionon» («por los siglos de los siglos»), y el equivalente hebreo «al yolam» (generalmente traducido «para siempre») no significan que los impíos sufrirán eternamente, así como el fuego eterno que destruyó a Sodoma y Gomorra no arde ya más.
Ahora, veamos otros versos usando la expresión «para siempre» (y otras expresiones equivalentes), cuál enseñará a nosotros el significado real de estas palabras.
Pantalla 26
Isaías 34:6,9,10
Porque Jehovah tiene sacrificios en Bosra, y una gran matanza en la tierra de Edom. (...) Su tierra llegará a ser brea ardiente.
No se apagará ni de noche ni de día; perpetuamente subirá su humo.
De generación en generación quedará en ruinas; nunca jamás pasará nadie por ella.
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Jeremías 49:13
Bosra será convertida en horror, en oprobio, en ruina y en maldición. Todas sus ciudades serán convertidas en unas ruinas perpetuas.
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Así es que las expresiones «perpetuamente subirá su humo», «para siempre», «por los siglos de los siglos», simplemente significan una destrucción completa, las ciudades siendo «ruinas perpetuas».
Pantalla 27
1 Samuel 1:22,28
Tan pronto como el niño sea destetado, lo llevaré para que sea presentado ante Jehovah y se quede allí para siempre. (...)
Estará dedicado a Jehovah todos los días de su vida.
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Éxodo 21:6
Le horadará la oreja [al siervo] con una lezna. Y le servirá para siempre.
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De la misma manera, la expresión «para siempre» no significa «eternamente», sino «para toda la vida».
El esclavo debía servir a su amo «para siempre», es decir, durante todo el tiempo que durara su vida, pero no eternamente.
Pantalla 28
Salmo 83:17
Sean confundidos y turbados para siempre; sean afrentados y perezcan.
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Así los impíos serán confundidos y turbados «para siempre», es decir, por todo el tiempo que les quede por vivir antes de perecer en una destrucción total.
Pantalla 29
Mateo 25:41
Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
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Apocalípsis 20:10
Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre.
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¿Será destruido también Satanás?
Algunos afirman que, puesto que Satanás es un angel, Dios no podrá destruirlo.
Pero la Biblia nos enseña exactamente lo contrario. Satanás será destruido al fin del mundo.
Veamos algunos versículos que lo confirman.
Pantalla 30
Ezequiel 28:17-19
Tu corazón se enalteció debido a tu hermosura; a causa de tu esplendor se corrompió tu sabiduría. (...)
Yo, pues, hice que en medio de ti se desatara y te devorase el fuego. Te convertí en cenizas sobre la tierra ante los ojos de cuantos te observaban.
Todos los que te conocen entre los pueblos se horrorizan a causa de ti. Eres objeto de espanto, y dejarás de ser para siempre.
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En nuestra lección «¿Por qué Existe el Mal?», hemos estudiado esta profecía de Ezequiel que nos muestra la rebelión de Lucifer (Satanás) contra Dios.
Esa misma profecía anuncia la destrucción de Satanás.
Pantalla 31
Como los impíos, Satanás será destruido al fin del mundo:
«En aquel día Jehovah castigará con Su espada dura, grande y fuerte, al Leviatán, la serpiente furtiva, al Leviatán, la serpiente tortuosa; y matará también al monstruo que está en el mar.» (Isaías 27:1)
[Nota: «Leviatán la serpiente» en el versículo anterior se refiere a Satanás: «Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo.» (Apocalípsis 12:9)]
«(...) para destruir por medio de la muerte al que tenía el dominio sobre la muerte (éste es el diablo).» (Hebreos 2:14)
«Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás debajo de vuestros pies.» (Romanos 16:20)
Pantalla 32
Apocalípsis 20:14
Y la Muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego.
Esta es la muerte segunda.
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Isaías 25:8
[Jehovah de los Ejércitos] destruirá a la muerte para siempre.
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1 Corintios 15:26
El último enemigo que será destruido es la muerte.
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El lago de fuego es la segunda muerte, no el tormento eterno en el infierno.
Y después de la destrucción total del mal, la muerte en sí será destruida.
Pantalla 33
Apocalípsis 21:4,5
Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron.
El que estaba sentado en el trono dijo: «He aquí Yo hago nuevas todas las cosas.»
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Nahúm 1:9 (RVA)
¿Qué pensáis contra Jehová?
El hará consumación: la tribulación no se levantará dos veces.
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La felicidad del pueblo de Dios no se verá perturbada por el lamento del sufrimiento de los impíos, ya que habrán sido destruidos, así como todas las cosas anteriores.
Pantalla 34
Romanos 3:7
Pero si la verdad de Dios abundó en mi falsedad para Su gloria, ¿por qué todavía soy juzgado yo como pecador?
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1 Juan 4:18
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Porque el temor conlleva castigo, y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
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Concluyamos esta lección con este punto.
Algunos pueden creer que la doctrina del tormento eterno, verdadera o falsa, asustará al pecador y lo llevará al arrepentimiento.
Pero Dios no aprueba un pensamiento tal. El quiere que Lo sigamos por amor y no por temor.
Pantalla 35
Oremos juntos:
Oh Dios,
Te agradecemos por habernos mostrado que no eres un Dios cruel que destinas a los impíos para sufrimiento eterno.
Por el contrario, eres un Dios de amor, que respetas las decisiones de cada quien de seguirte o no, y que destruirás a los impíos al fin del tiempo porque sabes que no serían felices viviendo en un mundo en el cual el mal ha fenecido.
También Te agradecemos por esta esperanza que nos das, al proclamar que pronto establecerás un reino eterno, en el cual harás todas las cosas nuevas.
En el precioso nombre de Jesús oramos.
Amén.
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