Pantalla 1
Oremos:
Padre nuestro,
En Tu Palabra hemos aprendido lo importante que son las profecías, y por eso en estos momentos queremos invertir tiempo en estudiarlas, de manera que podamos comprenderlas mejor.
Pero, ¿qué debemos hacer con todas esas personas que dicen ser profetas Tuyos, aunque sus escritos no se hallen en las páginas de la Santa Biblia?
¿Cómo podemos identificar a un falso profeta, antes de rechazarlo definitivamente?
Que sea Tu Espíritu el que nos guie al abrir Tu Palabra. En el nombre de Jesús oramos.
Amén.
Pantalla 2
Amós 3:7
Así, nada hará el Señor Jehovah sin revelar Su secreto a Sus siervos los profetas.
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2 Pedro 1:21
Porque jamás fue traída la profecía por voluntad humana; al contrario, los hombres hablaron de parte de Dios siendo inspirados por el Espíritu Santo.
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Muchas veces, los profetas actuaron como intermediarios entre Dios y los hombres para comunicarles Su mensaje.
Pantalla 3
Ezequiel 2:4
Yo te envío a esta gente de rostro endurecido y de corazón empedernido. Y les dirás:
«Así ha dicho el Señor Jehovah.»
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Isaías 58:1
¡Proclama a voz en cuello! No te contengas; alza tu voz como corneta. Denuncia ante Mi pueblo su transgresión, y a la casa de Jacob su pecado.
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Movidos por el Espíritu Santo, los profetas no sólo predijeron el futuro, sino que instruyeron de manera especial al pueblo para que guardaran la ley de Dios.
Pantalla 4
Efesios 4:11-13
Y [Cristo] él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios.
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Podemos ver que Dios ha dado el don de la profecía a Su iglesia, no sólo con el fin de que revele el futuro, sino especialmente para animar a los miembros de Su iglesia y ayudarlos a aumentar sus conocimientos y profundizar su unidad.
Pantalla 5
Hechos 2:17,18
«Sucederá en los últimos días,» dice Dios, «que derramaré de Mi Espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
De cierto, sobre Mis siervos y Mis siervas en aquellos días derramaré de Mi Espíritu, y profetizarán.»
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¿Enviará Dios profetas nuevamente, para guiar a Su iglesia en los últimos días?
La palabra de Dios nos responde de manera clara: Sí.
Pantalla 6
Dios puede también elegir a una mujer para que sea Su profetiza:
«También estaba allí la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. (...) En la misma hora acudió al templo y daba gracias a Dios, y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.» (Lucas 2:36,38)
«Entramos a la casa de Felipe el evangelista, quien era uno de los siete, y nos alojamos con él. Este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban.» (Hechos 21:8,9)
«En aquel tiempo gobernaba a Israel Débora, profetisa, esposa de Lapidot.» (Jueces 4:4)
«Entonces María la profetisa, hermana de Aarón (...).» (Éxodo 15:20)
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Mateo 7:15
[Les dijo Jesús:] «Guardaos de los falsos profetas.»
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Mateo 24:24
[Les dijo Jesús:] «Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas (...).»
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El problema con los profetas, es que algunos son verdaderos, y otros falsos.
Al aproximarnos a la segunda venida de Jesucristo, el número de falso profetas aumentará de manera alarmante...
Entonces, ¿cómo podemos distinguir los verdaderos de los falsos?
Pantalla 8
1 Tesalonisences 5:20,21
No menospreciéis las profecías; más bien, examinadlo todo, retened lo bueno.
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Aunque abundan los falsos profetas, la palabra de Dios nos advierte que debemos ponerlos a todos a prueba.
Dios nos invita a que examinemos las palabras y los actos de cada profeta, para así poder decidir si lo que dice procede verdaderamente de Dios.
Aún más, la Biblia nos da muchas pistas, de tal forma que seamos capaces de darnos cuenta si un profeta es falso. Veamos algunas de esas pistas.
Pantalla 9
Deuteronomío 18:21,22
Puedes decir en tu corazón: «¿Cómo discerniremos la palabra que Jehovah no ha hablado?»
Cuando un profeta hable en el nombre de Jehovah y no se cumpla ni acontezca lo que dijo, ésa es la palabra que Jehovah no ha hablado.
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Jeremías 28:9
Cuando su palabra se cumpla, se reconocerá que a tal profeta verdaderamente le ha enviado Jehovah.
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Las profecías que provienen de los profetas enviados por Dios se cumplen 100% del tiempo, nada menos.
Si descubrimos un sólo error, no tenemos que seguir investigando. Es un profeta falso.
Pantalla 10
Deuteronomío 13:1-3
Si se levanta en medio de ti un profeta o un soñador de sueños, y te da una señal o un prodigio, si se cumple la señal o el prodigio que él te predijo al decirte:
«Vayamos en pos de otros dioses - que tú no conociste - y sirvámoslos,»
no escuches las palabras de tal profeta.
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El cumplimiento de la profecía no es suficiente.
Las enseñanzas de los profetas deben de estar de acuerdo con las enseñanzas de la palabra de Dios.
De otra manera, el profeta es definitivamente falso.
Pantalla 11
Isaías 8:19,20
Y cuando os dicen:
«Consultad a los que evocan a los muertos y a los adivinos que susurran y murmuran al hablar,»
responded: «¿Acaso no consultará un pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos a favor de los vivos?»
¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan de acuerdo con esta palabra, es que no les ha amanecido.
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Es fundamental que examinemos las palabras del profeta a la luz de la palabra de Dios.
Si hay desacuerdo entre estas dos fuentes de información, aunque sólo sea sobre un punto, debemos concluir que estamos frente a un profeta falso.
Pantalla 12
Lamentaciones 2:9
Su rey y sus príncipes están entre las naciones. ¡Ya no hay ley! Tampoco sus profetas han encontrado visión de parte de Jehovah.
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El recibimiento de visiones procedentes de Dios, está estrechamente relacionado a la obediencia de la ley de Dios.
En varias ocasiones en la historia de Israel, el Señor cesó de dar visiones a los profetas porque ellos, así como también la gente, hubieron rechazado Sus mandamientos.
Pantalla 13
Ezequiel 7:26
Vendrá desastre sobre desastre, y habrá rumor tras rumor. Buscarán una visión de parte del profeta. La ley desaparecerá del sacerdote; el consejo, de los ancianos.
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Proverbios 29:18
Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena; pero el que guarda la ley es bienaventurado.
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Tenga cuidado de un profeta que dice ser enviado por Dios, y quien al mismo tiempo enseña que los mandamientos de Dios no son importantes.
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1 Juan 4:1-3
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus, si son de Dios. Porque muchos falsos profetas han salido al mundo.
En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne procede de Dios, y todo espíritu que no confiesa a Jesús no procede de Dios.
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La enseñanza del verdadero profeta de Dios girará en torno a la persona de Jesucristo.
La meta del profeta será conducir al pueblo a aceptar a Jesus como salvador personal y Señor de sus vidas.
Pantalla 15
Mateo 24:24,25
[Les dijo Jesús:]
«Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y darán grandes señales y maravillas de tal manera que engañarán, de ser posible, aun a los escogidos.
¡Mirad! Os lo he dicho de antemano.»
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Tengamos cuidado: los milagros no son prueba de que estamos tratando con un profeta verdadero.
De hecho, en los últimos días, los falsos profetas también serán capaces de hacer grandes señales y maravillas.
Pantalla 16
Mateo 7:15-18,20
[Les dijo Jesús:] «Guardaos de los falsos profetas. (...) Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así también, todo árbol sano da buenos frutos, pero el árbol podrido da malos frutos. El árbol sano no puede dar malos frutos, ni tampoco puede el árbol podrido dar buenos frutos.
Así que, por sus frutos los conoceréis.»
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El ministerio del profeta enviado por Dios se distinguirá por los buenos frutos que lleve.
Ahora, ¿qué significa en la Biblie, tener «buenos frutos»?
Pantalla 17
Gálatas 5:22,23
El fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.
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La vida de un profeta de Dios reflejará el carácter de Dios.
El fruto del Espíritu, más poderoso que cualquier otra señal o maravilla, testificará de la autenticidad de su ministerio.
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Isaías 58:1
¡Proclama a voz en cuello! No te contengas; alza tu voz como corneta. Denuncia ante mi pueblo su transgresión, y a la casa de Jacob su pecado.
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Un profeta que le hace frente, sin dejar fuera ni una, a cada uno de las demandas de la palabra de Dios, es verdaderamente enviado de Dios.
Después será muy importante estudiar cuidadosamente el mensaje que predica, porque puede suceder que sea una advertencia personal de Dios, dirigida a nosotros.
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2 Crónicas 20:20
¡Creed en Jehovah vuestro Dios, y estaréis seguros! ¡Creed a Sus profetas y seréis prosperados!
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Examinemos cuidadosamente las palabras y el estilo de vida de cada persona que diga ser un profeta enviado por Dios.
Al identificar a un profeta falso, evitaremos ser engañados por él.
Al identificar a un profeta verdadero, llegaremos a tener acceso a una fuente de información segura, advertencias, y aliento provenientes de Dios, que nos prepararán para el pronto regreso de Jesús, nuestro Señor y Salvador.
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Pantalla 21
Oremos juntos:
Señor y Salvador nuestro,
Armados con «la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios» (Efesios 6:17), podremos distinguir a los falsos profetas que el enemigo pone en nuestro camino para apartarnos de Tí y traer la ruina a nuestra vida.
Pero también seremos capaces de identificar a los profetas verdaderos que nos envies.
Que seamos capaces de reconocer a Tus profetas, cuando se levanten, para que prestemos atención al mensaje que nos trairán de parte Tuya, y así estar listlos para el día en el cual regrese Tu Hijo, Jesucristo.
Oramos en Su nombre.
Amén.
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