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Oremos:
Padre nuestro,
¿Habrá un juicio?
Si es así, ¿cómo será ese juicio? ¿Cuándo ocurrirá? ¿Quiénes serán juzgados?
Tu Palabra puede contestar estas preguntas, si envias Tu Santo Espíritu para que nos ilumine al estudiar. Es por ello que humildemente Te pedimos que nos dirijas al comenzar esta lección.
Te agradecemos por ello en el nombre de nuestro Salvador y Señor Jesucristo.
Amén.
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Juan 16:12
Todavía tengo que deciros muchas cosas, pero ahora no las podéis sobrellevar.
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Para un mejor entendimiento del contenido de esta lección, es necesario primero haber estudiado la titulada «Los Dos Santuarios» y «Las Setenta Semanas».
Por lo tanto, encarecidamente le recomendamos que repase estas dos lecciones antes de proseguir.
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Job 19:29
(...) para que sepáis que hay un juicio.
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La Biblia es clara en declarar que habrá un día de juicio.
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La Biblia es clara en declarar que habrá un día de juicio:
«Tanto al justo como al impío los juzgará Dios.» (Eclesiastés 3:17)
«Cuando Yo establezca el tiempo, juzgaré con rectitud.» (Salmo 75:2)
«Por cuanto [Dios] ha establecido un día en el que ha de juzgar al mundo con justicia.» (Hechos 17:31)
«Te requiero delante de Dios y de Cristo Jesús, quien ha de juzgar a los vivos y a los muertos.» (2 Timoteo 4:1)
«Entonces, tal como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio.» (Hebreos 9:27)
«Los cielos y la tierra que ahora existen están reservados para el fuego, guardados hasta el día del juicio.» (2 Pedro 3:7)
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Nuestros pensamientos, palabras y hechos serán puestos en juicio:
«Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, quien a la vez sacará a la luz las cosas ocultas de las tinieblas y hará evidentes las intenciones de los corazones.» (1 Corintios 4:5)
«Pero Yo os digo que en el día del juicio los hombres darán cuenta de toda palabra ociosa que hablen.» (Mateo 12:36)
«Alégrate, joven, en tu adolescencia, y tenga placer tu corazón en los días de tu juventud. Anda según los caminos de tu corazón y según la vista de tus ojos, pero ten presente que por todas estas cosas Dios te traerá a juicio.» (Eclesiastés 11:9)
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2 Corintios 5:10
Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho por medio del cuerpo, sea bueno o malo.
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Romanos 14:10
Pues todos compareceremos ante el tribunal de Dios.
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Hebreos 10:30
El Señor juzgará a Su pueblo.
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El caso de cada persona será llevado a juicio.
Ya sea que profesemos seguir a Dios o no, la Biblia es clara: un día, todos seremos juzgados.
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Juan 5:24
[Dijo Jesús:]
«De cierto, de cierto os digo que el que oye Mi palabra y cree al que Me envió tiene vida eterna. El tal no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.»
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Ahora, ¿cómo es posible que Jesús dijera que los que creyeran en Dios no serían juzgados («no viene a condenación»), cuando la Biblia declara que todos debemos comparecer delante del tribunal de Dios?
Simplemente, porque los que aceptan la salvación provista por Dios serán representados por el mismo Jesucristo como su abogado delante del Padre.
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Si lo deseamos, Jesús peleará y ganará nuestro caso delante de Dios.
«Porque no entró Cristo en el santuario hecho por los hombres, figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora por nosotros ante Dios.» (Hebreos 9:24 - RVR1995)
«Abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el Justo.» (1 Juan 2:1)
«Luego, siendo ya justificados por Su sangre, cuánto más por medio de Él [Jesús] seremos salvos de la ira.» (Romanos 5:9)
«Por tanto, a todo el que Me confiese delante de los hombres, Yo también le confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos.» (Mateo 10:32)
«Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.» (Romanos 8:1)
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Daniel 7:9-11
Estaba mirando hasta que fueron puestos unos tronos, y se sentó un Anciano de Días. Su vestidura era blanca como la nieve, y el cabello de Su cabeza era como la lana limpia.
Su trono era como llama de fuego; y Sus ruedas, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de Él. Miles de miles Le servían, y millones de millones estaban de pie delante de Él.
El tribunal se sentó, y los libros fueron abiertos.
Entonces yo miraba, a causa del sonido de las palabras arrogantes que hablaba el cuerno.
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El juicio comenzará antes del regreso de Jesús.
De hecho, esta visión del juicio toma lugar cuando «el cuerno» (un poder que muy pronto identificaremos) está todavía actuando aquí en la tierra.
¿Podemos predecir la fecha cuándo comenzará ese juicio?
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Daniel 9:22,23
[El ángel Gabriel] habló conmigo diciendo:
«Daniel, ahora he venido para iluminar tu entendimiento.
Al principio de tus ruegos salió la palabra, y yo he venido para declarártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la palabra y comprende la visión.»
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Para comprender mejor el tema del juicio, tenemos que primero hechar un vistazo al libro del profeta Daniel.
En la lección titulada «Las Setenta Semanas», vimos que al ángel Gabriel ayudando a Daniel para que «comprendiera la visión»; es decir, la visión anterior que ha sido descrita en el capítulo 8 y que todavía no había sido explicada: la profecía de los 2300 días.
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Daniel 9:24,25
Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad (...).
Desde la salida de la palabra para restaurar y edificar Jerusalén (...).
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Vimos también que estas 70 semanas simbolizaban un período de 490 años, que habían sido cortados de un período más extenso, es decir, de los 2300 años.
Las 70 semanas comenzaron en el año 457 A.C., es decir «la palabra para restaurar y edificar Jerusalén», y terminó en el año 34 de nuestra era, cuando Estevan fue apedreado por los judios.
Para completar el período de 2300 años, debemos añadir 1810 años (2300 - 490 = 1810) al año 34, con lo que llegamos al año 1844.
Aquí tenemos un resumen de la profecías de las 70 semanas y la profecía de los 2300 días.
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Daniel 8:13,14 (RVR1960)
«¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?»
Y [el ángel] dijo:
«Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.»
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Para comprender el juicio, debemos estudiar la profecía de los 2300 días y la purificación del santuario.
Los 2300 días describen un período de 2300 años que comenzó en el año 457 A.C. y terminó en 1844, año en el que la purificación del santuario celestial comenzó.
¿En qué consistía esta purificación? Este será el tema de nuestro estudio en este momento.
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Números 28:3
Esta es la ofrenda quemada que ofreceréis a Jehovah: cada día, dos corderos de un año, sin defecto, como holocausto continuo.
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En la lección titulada «Los Dos Santuarios», estudiamos que Dios pidió al pueblo de Israel que Le edificaran un santuario.
Dos servicios se llevaban a cabo en aquel santuario:
- Primero, uno servicio diario, en el cual corderos eran sacrificados por los pecados de cada persona. Día trás día, los pecados eran llevados al santuario.
- Al final del año religioso, durante el segundo servicio se purificaba el santuario.
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Levítico 23:27-29
El diez de este mes séptimo será el Día de la Expiación; tendréis asamblea sagrada.
Os humillaréis a vosotros mismos y presentaréis una ofrenda quemada a Jehovah.
Ningún trabajo haréis en ese mismo día, porque es el Día de la Expiación, para hacer expiación por vosotros delante de Jehovah vuestro Dios.
Ciertamente toda persona que no se humille en ese mismo día será excluida de su pueblo.
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La purificación del santuario se realizaba una vez al año, durante el Día de la Expiación.
Los pecados de los que realmente estaban arrepentidos eran totalmente borrados.
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Hebreos 9:24
Porque Cristo no entró en un lugar santísimo hecho de manos, figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora delante de Dios a nuestro favor.
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Como hemos visto también, el santuario terrenal era solamente un modelo del santuario celestial, donde se encuentra Jesús ministrando en este momento.
Como el Cordero de Dios, toma sobre Sí los pecados de todo el que se haya arrepentido y los transfiere al santuario celestial.
Siendo así, ¿tendrá el santuario celestial que ser purificado un día, así como el santuario terrenal era purificado?
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Hebreos 9:23
Era, pues, necesario purificar las figuras de las cosas celestiales con estos ritos; pero las mismas cosas celestiales, con sacrificios mejores que éstos.
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Sí, también el santuario celestial debía ser purificado.
De acuerdo con la profecía de Daniel, esta purificación comenzó en 1844: esta es la primera fase del juicio.
Así como la purificación del santuario terrenal sólo se aplicaba al pueblo de Israel, la purificación del santuario celestial es sólo para aquellos que profesan seguir a Dios.
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1 Pedro 4:17
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios.
Y si primero comienza por nosotros, ¿cómo será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?
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El juicio comenzó en el santuario celestial en 1844, con la revisión del caso de cada creyente.
En el día de la purificación del santuario terrenal, todo judio que insistía en continuar pecando era cortado de su pueblo, aún si había ofrecido sus ofrendas durante todo el año.
De la misma manera, muchos profesan seguir a Cristo, pero en el juicio serán identificados los verdaderos conversos.
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Mateo 7:21-23
No todo el que Me dice «Señor, Señor,» entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos.
Muchos Me dirán en aquel día: «¡Señor, Señor! ¿No profetizamos en Tu nombre? ¿En Tu nombre no echamos demonios? ¿Y en Tu nombre no hicimos muchas obras poderosas?»
Entonces Yo les declararé: «Nunca os he conocido. ¡Apartaos de Mí, obradores de maldad!»
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Desde 1844, el juicio ha estado separando a los verdaderos cristianos de los falsos.
Notemos que el realizar milagros no es una prueba absoluta de una conversión genuina.
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Los nombres de todos los cristianos falsos serán borrados del libro de la vida:
«El que venza será vestido con vestidura blanca; y nunca borraré su nombre del libro de la vida.» (Apocalípsis 3:5)
«Jehovah respondió a Moisés: “¡Al que ha pecado contra Mí, a ése lo borraré de Mi libro!”» (Éxodo 32:33)
«Sean borrados del libro de los vivientes, y no sean contados con los justos.» (Salmo 69:28)
«Pero si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, conforme a todas las abominaciones que hace el impío, ¿vivirá él? Ninguna de las acciones justas que hizo vendrán a la memoria; por la infidelidad que cometió y por el pecado que cometió, por ellos morirá.» (Ezequiel 18:24)
Pantalla 21
Apocalípsis 20:12
Y los libros fueron abiertos.
Y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida.
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Muchos libros serán consultados durante el juicio.
Primero, el libro de la vida, que contiene los nombres de todos aquellos que dicen ser seguidores de Jesucristo.
Como hemos acabado de ver, antes de que Jesús regrese, Dios borrará de este libro los nombres de todos aquellos cuya conversión no fue genuina, y dejando sólo los nombres de los creyentes que hayan hecho la voluntad del Padre hasta el fin.
Pantalla 22
Malaquías 3:16
Entonces los que temían a Jehovah hablaron cada uno con su compañero, y Jehovah prestó atención y escuchó.
Y fue escrito un libro como memorial delante de Él, para los que temen a Jehovah y para los que toman en cuenta Su nombre.
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Apocalípsis 22:12
He aquí vengo pronto, y Mi recompensa conmigo, para pagar a cada uno según sean sus obras.
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También hay un libro de memorias, que contiene un registro de todas las buenas obras realizadas por los hijos de Dios, las cuales justificarán el premio que cada uno recibirá en la tierra nueva.
Pantalla 23
Amós 8:7
Jehovah ha jurado por la gloria de Jacob:
«¡No Me olvidaré jamás de todas las cosas que han hecho!»
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Jeremías 2:22
El Señor Jehovah dice: «Aunque te laves con lejía y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá delante de Mí.»
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Finalmente, allí están los libros conteniendo las malas obras de todos esos que rechazaron la oferta de Dios de salvación en Jesucristo.
Estos libros justificarán el castigo que recibirá en el fin de los tiempos cada persona que no haya querido arrepentirse.
Pantalla 24
Romanos 2:12,13,16
Todos los que pecaron teniendo la ley, por la ley serán juzgados.
Porque no son los oidores de la ley los que son justos delante de Dios, sino que los hacedores de la ley serán justificados, (...) en el día en que, conforme a mi evangelio, Dios juzgue los secretos de los hombres, por medio de Cristo Jesús.
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Santiago 2:12
Así hablad y así actuad, como quienes están a punto de ser juzgados por la ley de la libertad.
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La base del juicio será la ley de Dios, la cual será el tema de una lección futura.
Pantalla 25
Lucas 12:47,48
Porque aquel siervo que entendió la voluntad de su Señor y no se preparó ni hizo conforme a Su voluntad, recibirá muchos azotes.
Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes.
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Hechos 17:30
Por eso, aunque antes Dios pasó por alto los tiempos de la ignorancia, en este tiempo manda a todos los hombres, en todos los lugares, que se arrepientan.
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El juicio considerará el nivel de conocimiento de cada persona.
Pantalla 26
Apocalípsis 22:11,12
El que es injusto, haga injusticia todavía. El que es impuro, sea impuro todavía. El que es justo, haga justicia todavía, y el que es santo, santifíquese todavía.
He aquí vengo pronto, y Mi recompensa conmigo, para pagar a cada uno según sean sus obras.
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La purificación del santuario celestial pronto será terminada.
Esto pondrá fin a la primera etapa del juicio, al haber quedado separados los verdaderos cristianos de los falsos.
El destino de cada persona habrá quedado decidido, y finalmente Jesucristo regresará para recoger a Su pueblo.
Pantalla 27
Apocalípsis 20:4
Y vi tronos; y se sentaron sobre ellos, y se les concedió hacer juicio.
Y vi las almas de los degollados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni tampoco recibieron su marca en sus frentes ni en sus manos.
Ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo por mil años.
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Como vimos en la lección titulada «Los 1000 Años del Apocalípsis», un período de 100 años, el milenio, seguirá el regreso de Jesús.
Aquí comienza la segunda fase del juicio, en la cual el pueblo de Dios juzgará a los malvados.
Pantalla 28
1 Corintios 6:2
¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?
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Lucas 22:29,30
[Dijo Jesús:]
«Yo, pues, dispongo para vosotros un reino, como Mi Padre lo dispuso para Mí; para que comáis y bebáis en Mi mesa en Mi reino, y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.»
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Durante el milenio, el pueblo de Dios estudiará el caso de cada malvado, su responsabilidad, su grado de culpabilidad de acuerdo con la luz que recibió, y de acuerdo con sus pensamientos, palabras y hechos.
Pantalla 29
Apocalípsis 20:12,15 y 21:8
Y los libros fueron abiertos. Y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida.
Y los muertos fueron juzgados a base de las cosas escritas en los libros, de acuerdo a sus obras. (...)
Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (...)
Su herencia será el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
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Al concluir los mil años, los malvados volverán a vivir para recibir el veredicto de culpabilidad.
Habiendo rechazado la invitación de parte de Dios para ser salvos, su veredicto será de una destrucción total y permanente.
Pantalla 30
Apocalípsis 14:6,7
Vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los que habitan en la tierra: a toda nación y raza y lengua y pueblo. Decía a gran voz:
«¡Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de Su juicio!»
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Sí. La hora del juicio de Dios ha llegado.
¿Dependemos todos en el único Abogado en el cual podemos depender para salvarnos, en Jesucristo; que podrá presentarse delante del trono de Dios y obtener el perdón de nuestros pecados?
Pantalla 31
Hechos 24:25
Cuando Pablo disertaba de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se llenó de miedo y respondió:
«Por ahora, vete; pero cuando tenga oportunidad, te llamaré.»
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¿O tal vez seremos como Felix, llenos de temor ante el juicio porque no hemos todavía puesto nuestra vida en las manos de Jesucristo, el único Salvador y Señor?
Pantalla 32
Eclesiastés 12:13,14
La conclusión de todo el discurso oído es ésta: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, pues esto es el todo del hombre.
Porque Dios traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea bueno o sea malo.
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Recordemos que todos debemos presentarnos en las cortes Divinas.
La única forma de recibir perdón es acepatr a Jesús como Salvador personal y Señor de nuestra vida.
Su presencia en nosotros hará posible el que guardemos los mandamientos de Dios, los cuales expresan Su voluntad a seguir por cada uno de nosotros.
Pantalla 33
Agradezcámosle a Dios por invitarnos a recibir tal salvación:
Padre celestial,
Sabemos ahora que Tu juicio ya ha comenzado. Sin un buen Abogado, nuestros casos se perderían.
Pero nos amastes tanto, que diste a Tú único Hijo, Jesucristo, como Sacrificio expiatorio y así obtener el perdón para nuestros pecados y ser nuestro Abogado delante de Tu trono.
Ahora, mientras oramos, queremos aceptarlo como nuestro Salvador personal y Señor de nuestra vida. A través de Su presencia en nosotros, queremos hacer Tu voluntad de ahora en adelante, de manera que no borres nuestro nombre del libro de la vida.
Oramos en el precioso nombre de Jesucristo.
Amén.
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