Pantalla 1
Oremos juntos antes de abrir la Palabra de Dios:
Padre nuestro,
En la lección anterior aprendimos que los Diez Mandamientos son verdaderamente importanes a Tus ojos, y es por ello que deseamos continuar estudiando sobre ella.
Por favor, enséñanos lo que debemos saber para moldear nuestras vidas de acuerdo a Tu voluntad a través del poder de Tu Santo Espíritu trabajando en nosotros.
Oramos en el nombre de Jesús.
Amén.
Pantalla 2
Hechos 17:11
Estos [judíos] eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra ávidamente, escudriñando cada día las Escrituras para verificar si estas cosas eran así.
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Cuando se les confronta con los Diez Mandamientos de Dios, algunas personas dicen que fueron cambiados; que sólo fueron dados para ser guardados por los judíos (aunque hemos visto que ya existían en el momento de la creación); o que fueron abolidos hace ya mucho tiempo.
Estas son acusaciones serias. Para ver si en realidad son ciertas, debemos escudriñar las Escrituras.
Pantalla 3
Lucas 18:19
¿Por qué Me llamas bueno? Ninguno es bueno, sino sólo uno, Dios.
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Romanos 7:12
El mandamiento es (...) bueno.
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El propósito de esta lección es desarrollar en nosotros respeto por la ley de Dios.
Veremos, en realidad, que los Diez Mandamientos reflejan el caracter de Dios: de hecho, lo reflejan perfectamente.
Por lo tanto, tengamos cuidado antes de decir que la ley ha sido cambiada o abolida... Estamos pisando tierra santa.
La primera característica: tanto Dios como Su ley son buenas.
Pantalla 4
1 Juan 3:3
Y todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, como [Dios] también es puro.
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Salmo 19:8
El mandamiento de Jehovah es puro.
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Entoncés, ambos Dios y Sus mandamientos son puros.
(Al final de esta lección haremos un resumen de todas las características que la Biblia menciona y que identifican a ambos Dios y Su ley.)
Pantalla 5
Juan 3:33
El que recibe Su testimonio atestigua que Dios es veraz.
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Salmo 119:142
Tu ley es la verdad.
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Salmo 119:151
Cercano estás Tú, oh Jehovah; todos Tus mandamientos son verdad.
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La verdad es otra característica que se atribuye tanto a Dios como a Sus mandamientos.
Pantalla 6
1 Juan 4:8
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
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Romanos 13:10
El amor no hace mal al prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la ley.
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Dios, siendo un Dios de amor, ha creado una ley basada en amor.
Cuando guardamos Sus mandamientos, con la ayuda del poder del Espíritu Santo actuando en nosotros, demostramos nuestro amor por Dios (al guardar los primeros cuatro mandamientos) y por nuestro prójimo (al guardar los últimos seis.)
Para más información, le invitamos a repasar la lección anterior «Cuando el Dedo de Dios Escribe».
Pantalla 7
2 Samuel 7:22
Por tanto, Tú eres grande, oh Jehovah Dios.
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Isaías 42:21
Sin embargo, Jehovah se ha complacido en hacer grande y gloriosa la ley.
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La grandeza es otra de las características que tienen en común Dios y Su ley.
Al ver más y más características que pertenecen tanto a Dios como a Sus mandamientos, nuestro respeto hacia ellos aumentan de igual manera.
Pantalla 8
Mateo 5:48
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
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Salmo 19:7
La ley de Jehovah es perfecta.
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Santiago 1:25
Pero el que presta atención a la perfecta ley de la libertad y que persevera en ella, sin ser oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
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Medite en ello: ¿por qué cambiaría Dios una ley que es perfecta, como perfecto es Él?
Pantalla 9
Levítico 19:2
Sed santos, porque Yo, Jehovah vuestro Dios, soy santo.
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Romanos 7:12
De manera que la ley ciertamente es santa; y el mandamiento es santo, justo y bueno.
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Josué 5:15
Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tú estás santo es.
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Otra característica muy importante: la santidad.
Por lo tanto, puesto que la ley es santa como Su Autor, ¿cómo se nos puede permitir hacer lo que queremos con ella? ¿Cómo debemos actuar hacia algo que Dios ha declarado santo?
Pantalla 10
Génesis 21:33
[Abraham] invocó allí el nombre de Jehovah, el Dios eterno.
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Salmo 119:44
Tu ley guardaré siempre, para siempre jamás.
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Los transgresores de la ley de Dios ciertamente hubieran preferido que las Escrituras guardaran silencio en este punto.
De hecho, la Palabra de Dios afirma que la ley es eterna: siendo buenos, santos, puros, perfectos, los Diez Mandamientos en realidad merecen permanecer por la eternidad, como lo demuestran los siguientes versículos.
Pantalla 11
La ley de Dios es eterna:
«Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se caiga una tilde de la ley.» (Lucas 16:17)
«Las obras de las manos [de Jehová] son verdad y justicia; fieles son todas Sus ordenanzas. Son afirmadas eternamente y para siempre.» (Salmo 111:7,8)
«Cuidaréis siempre de poner por obra los estatutos, los decretos, la ley y los mandamientos que [Jehová] escribió para vosotros.» (2 Reyes 17:37)
«Sé que todo lo que Dios hace permanecerá para siempre. Sobre ello no hay que añadir, ni de ello hay que disminuir.» (Eclesiastés 3:14)
Pantalla 12
Salmo 37:4
Deléitate en Jehovah, y Él te concederá los anhelos de tu corazón.
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Salmo 119:47
Me deleitaré en Tus mandamientos, los cuales he amado.
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Ambos, el Señor y Sus mandamientos son una delicia.
El salmista nos dice que guardar la ley de Dios no es una carga.
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1 Corintios 1:9
Fiel es Dios, por medio de quien fuisteis llamados a la comunión de Su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
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Salmo 119:86
Todos Tus mandamientos son fieles.
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La fidelidad es otra de las características que encontramos tanto en Dios como en Sus mandamientos.
Pantalla 14
Santiago 1:17
Toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de lo alto y desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación.
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Lucas 16:17
Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se caiga una tilde de la ley.
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Dios y Su ley son inmutables: nunca cambiarán.
La ley de Dios es perfecta: no debe ser cambiada para que se ajuste a las circunstancias.
Es sin embargo nuestra responsabilidad el adaptarnos nosotros a ella.
Pantalla 15
Deuteronomio 4:2
No añadáis a las palabras que yo os mando, ni quitéis de ellas, de modo que guardéis los mandamientos de Jehovah vuestro Dios, que yo os mando.
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Job 23:12
No me he apartado del mandamiento de Sus labios; en mi seno he guardado los dichos de Su boca.
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Siendo inmutable, debemos someter nuestra voluntad y cumplir con «los dichos de Su boca» y no hacer lo contrario.
Pantalla 16
Jeremías 23:6
Y este es el nombre con el cual será llamado: «Jehovah, justicia nuestra.»
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Deuteronomio 4:8
¿Qué nación hay tan grande que tenga leyes y decretos tan justos como toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
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Salmo 119:172
Cante mi lengua Tu palabra, porque todos Tus mandamientos son justicia.
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Una vez más, Dios y Su ley demuestran la misma característica: justicia.
Pantalla 17
Job 37:14
Presta atención a esto, oh Job; detente y reflexiona en las obras maravillosas de Dios.
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Salmo 119:18
Abre mis ojos, y miraré las maravillas de Tu ley.
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Las obras de Dios, incluyendo Sus mandamientos, son maravillosas.
Quiera Dios que podemos descubrir las numerosas maravillas que se encuentran en Su ley.
Pantalla 18
Salmo 104:1
Jehovah, Dios mío, ¡qué grande eres! Te has vestido de gloria y de esplendor.
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Isaías 42:21
Sin embargo, Jehovah se ha complacido en hacer grande y gloriosa la ley.
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La lista de las características que Dios y Su ley tienen en común se hace cada vez más extensa.
En esta ocasión, la Palabra de Dios nos enseña que Dios y Sus mandamientos son ambas gloriosos.
Pantalla 19
1 Corintios 10:4
Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo.
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Romanos 7:14
Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido a la sujeción del pecado.
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Dios y Su ley son ambos espirituales, en contraste con la naturaleza humana que es carnal, esclava del pecado.
Pantalla 20
2 Crónicas 6:18
Pero, ¿es verdad que Dios ha de habitar con los hombres sobre la tierra?
He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no Te pueden contener.
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Salmo 119:96
A todo lo perfecto le veo límite, pero Tu mandamiento es sobremanera amplio.
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Por último, Dios y Sus mandamientos no tienen límite. Cristo nos demostró como la ley va más allá de lo que parece.
Así que encontramos 16 características que tanto Dios como Su ley poseen en común, y si buscábamos un poco más profundo, ¡descubriríamos ciertamente algunas otras!
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Pantalla 22
1 Tesalonicenses 5:21
Examinadlo todo, retened lo bueno.
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Dios y Su ley tienen el mismo caracter.
Ahora comprendemos mejor por qué no es correcto que declaremos que la ley de Dios ha sido abolida o cambiada.
Sin embargo, muchas personas sinceras creen que la Palabra de Dios enseña que la ley fue abolida: nuestra próxima lección demostrará dónde es que estas personas se equivocan en su interpretación.
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Concluyamos el estudio de esta lección con una oración a Dios:
Nuestro Dios,
Te agradecemos por habernos enseñado que Tu ley, como Tú, es buena, pura, verdadera, llena de amor, grande, perfecta, santa, eterna, deliciosa, fiel, inmutable, justa, maravillosa, gloriosa, espiritual e infinita.
Día a día, enséñanos a tener el mayor respeto por Tu ley, los Diez Mandamientos, y ayúdanos a doblegar nuestra voluntad a «los dichos de Tu boca», como lo hizo Tu siervo Job.
Oramos en el nombre de Jesucristo nuestro Salvador.
Amén.
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